Needy Heart

¿Alguna vez te han dicho o has tenido temor de que te aferras demasiado a las personas?

Tenemos corazones necesitados. ¡Y eso no tiene nada de malo! Anhelamos conexiones profundas y verdaderas. Está en nuestro ADN y es el mismo ADN de un Dios profundo y real. También anhelamos ser comprendidos.

Han habido momentos en mi vida en los que me he sentido como una extraterrestre, sola en mis pensamientos y deseos. Jesús dijo en Juan 17:16 que nosotros (sus discípulos) estamos en el mundo, pero no somos del mundo.

1 Pedro 2:11 dice que somos residentes temporales y extranjeros. Estamos pasando por esta Tierra en el camino hacia nuestro lugar eterno con nuestro Salvador.

Cuando viajo, puede que me sienta emocionada y llena de asombro ante cosas nuevas. Pero nunca me sentiré tan cómoda como en casa. De la misma manera, nunca nos sentiremos como en casa en este mundo. Nuestro hogar está con Jesús. Es por eso que es crucial hacer tiempo para pasar tiempo en Su presencia. Ahí es donde estamos en casa. Ese es el lugar donde está bien aferrarse. Y ese es el lugar donde somos comprendidos plenamente.

Solo tu Creador puede entender cada emoción que sientes. Durante muchos años, cuando me sentí incomprendida, sufrí una mezcla de emociones agonizantes que parecían no tener salida. No sabía qué hacer con ellas. Un mentor espiritual increíble me enseñó que todo lo que tengo que hacer cuando me siento de esta manera es iniciar una conversación con Dios, decirle lo que estoy sintiendo y preguntarle qué quiere que tenga en lugar de esos sentimientos. Podía intercambiar las emociones encontradas por la libertad, una mente sana, la valentía, el amor, la fé, el poder (autoridad), la plenitud, la satisfacción, la fortaleza, la protección, y nutrir mi alma en un instante. Sanada instantáneamente. Todo lo que tenía que hacer era pedir. El punto de partida de la esperanza es entender el amor de Dios. Él murió para que tú y yo pudiéramos vivir una vida abundante.